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domingo, 23 de noviembre de 2014

Aquiles - Semidios

Aquiles

La nereida Tetis adoraba tanto a su hijo Aquiles que para protegerlo y volviéndolo invulnerable lo sumergió en un rio con agua mágica. Años más tarde, la nereida volvió a proteger a su hijo ocultándolo en un harén, disfrazado de muchacha. Tesis quería  impedir que su hijo fuera reclutado para el combate de Troya, donde encontraría una muerte segura. Pero el ingenioso héroe Ulises apareció  en el harén donde se ocultaba Aquiles. Llego ataviando como un vendedor y le resulto fácil reconocer  entre las mujeres a una insólita mente alta y fuerte, más interesadas por las armas que por las telas, y que atajaba instintivamente  ovillos de lana abriendo las piernas bajo la falda, y no cerrándolas. También le resulto  sencillo convencer a Aquiles  para que  lo acompañara. Especialmente cuando este supo que su adorado primo Patroclo estaría allí. Desde pequeños, Patroclo y Aquiles habían sido fieles amigos.

Durante la contienda, Aquiles se enemisto con su jefe por la posesión de una esclava y ofendido, abandono el combate. Patroclo  se coloco la armadura de su  primo y fue abatido  por los enemigos. El dolor de Aquiles  fue demoledor. Sin tomar en cuentas los malos augurios, volvió a la batalla. Hasta su caballo, dotado de palabra por un momento, le anuncio una pronta muerte. Intentado protegerlo nuevamente, la madre de Aquiles le pidió  al dios herrero Hefestos que forjara para su hijo otra armadura.

Luchando junto al rio, Aquiles dejo tantos cadáveres que obstruyo la corriente. El mismo dios del rio, enojado,  lo tuvo que perseguir con sus aguas turbulentas para obligarlo a retroceder. Aquiles se enfrento finalmente con el matador de Patroclo, el héroe troyano Héctor. Los dioses del Olimpo pesaron en una gran balanza los destinos de ambos, y decidieron que Aquiles fuera el vendedor. Definida la contienda, Aquiles hizo que Héctor, suplicara por su vida, le dio muerte, y lo ato por los tobillos a un carro que arrastro repetidas veces alrededor  de los muros externos  de la ciudad. Recién días después permitió que retiraran su cadáver. Fue en ese instante  cuando Aquiles vio brevemente a una joven troyana, y el amor que nació en él  fue más fuerte que su fidelidad a la causa griega. En ese momento, Paris, el troyano que había iniciado la guerra, lanzó una flecha que alcanza a Aquiles en su talón y lo mató.


Por el talón había sostenido Tesis a su hijo mientras lo sumergido en las aguas mágicas del rio. La nereida aun no sabía que el amor maternal no puede proteger todos los puntos débiles de los hijos que salen a pelear sus propias batallas o guerras.

http://mbgrecia.foroactivo.com/t2-aquiles-hercules-y-perseo-3-semidioses

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